¿Qué lo hace especial?
La fachada en su totalidad está decorada con sillares simulados de estuco y medallones con los monogramas de IHS y XPS, detalles que no se observan en ningún otro convento de ésta región.
En éste templo dedicado a San Guillermo el grande (también conocido como el Ermitaño), destaca el famoso Cristo de Totolapan, un enorme crucifijo que, se dice, apareció en ésta Iglesia como por obra de un milagro.
A toda capilla le llega su fiestecita y éste convento no podría ser la excepción. Se festeja al Cristo aparecido de Totolapan el quinto viernes de cuaresma.
Fue fundado en 1534. Hoy forma parte de la Ruta de los Conventos, además de ser nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Cuando visites el Convento de San Guillermo, no dejes de contemplar el claustro, que cuenta con abundante pintura mural. Esta última cuenta con fragmentos decorativos y otros narrativos, relacionados con la enseñanza de las doctrinas católicas.
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